Túnez es un país excesivamente acostumbrado al turismo, pero que por fortuna aún tiene resquicios d una cultura propia, una cultura que me defraudó algo, reconozco que no me gustaron muchas de las costumbres, pero que se le va a hacer, no te queda otra que tragarte tus costumbres occidentales y pasar a las musulmanas, esas donde tienes que regatar aunque ni siquiera quieras comprar.
Había ciudades en las que practicamente sólo había atacciones turísticas y zocos, por no hablar de aquellas auténticas ciudades únicamente de hoteles. Con el tiempo, vimos ciudades más grandes que Hammamet, aquel pueblo donde pasamos la mitad de nuestro viaje, dondo pro fín pude ver la vida en ese país extraño, más concretamente, la capital, Túnez, era una ciudad europea fuera de sitio, grandes edificios y ejecutivos trajeados paseando por grandes avenidas, tan sólo al entrar en la Medina (ciudad vieja) podías adivinar que estabas en el mundo árabe, por cierto, un zoco atestado de gente, pero por lo menos podías pasear sin ser acosado por los vendedores (en eso también se parecía algog más a una ciudad europea).
Túnez es un país con desierto, un desierto explotado (ya he dicho lo del turismo), pero a la vez respetado y por que no decirlo algo temido, un desierto que como en todos los lugares, se come terreno a las ciudades, y donde se han plantado oasis artificiales para frenar el crecimiento. Un desierto majestuoso, impresionante, arenas finísimas rodeadas de más arena... te sentía es mitad de la nada, me sentí como aquel aviador que se encontró un día a un pequeño príncipe.
Una semana para olvidarse de todo, aunque reconozc que no pude, donde de todos los sitios sales con la sensación de haber sido poco menos que timado, y donde conocí (al menos en parte) a gente con la que trataba desde hace tres años y en algunos casos no me había parado a hablar más allá de las clases y exámenes.
¿Volver?, igual sí, pero cambiando muchas cosas del viaje, no pisar mas que un zoco o dos como mucho y dedicarme a ver la ciudad, algo que en muchas no puedes hacer porque es peligroso, una lástima. Creo que era un país bonito, pero un país que no se deja conocer a sí mismo.