sábado, 24 de octubre de 2009

Salir por Madrid

Madrid es diferente, mucha gente, muchos lugares y a menudo lejos de casa, pero la oferta es apabullante, lo malo es que no es Zaragoza y no tienes a tu gente, y aunque hagas amigos nunca serán los mismos.

De todas formas le empiezo a coger el gusto a esta inmensa ciudad, aunque prometo no hacerme madrileño, seguiré siendo zaragozano, seguiré echando de menos las plazas y las calles de Zaragoza, seguiré echando de menos todo lo que viví en Zaragoza.

Aunque desgraciadamente no puedo prometer volver a vivir allí...

viernes, 23 de octubre de 2009

Señales

Lo malo de las señales es que las encuentras, no por buscarlas conscientemente, pero siempre encuentras un verso de una canción, una frase de una película, un pasaje de un libro o una vivencia en la que ves identificado algún momento que deseas que llegue.

Lo malo de las señales es que al final te las crees, y las muy escurridizas no llegan, sobre todo si las esperas.

Lo malo de las señales es que te hacen vivir en un mundo que no existe y por eso puedes dejar pasar el verdadero significado de otras señales que no te han calado tanto.

Sin embargo siempre seguiré viendo la señal que me diga que todo volverá a ser como antes, aunque se que ahora no es así, aunque estoy seguro que nunca lo será... pero sigo creyendo en ese momento.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Hay días en los que ya te levantas con el ánimo torcido, un mal sueño, haberte despertado mil veces durante la noche... En esos días ya sabes que el día o al menos gran parte de él será una catástrofe anímica.

No hablo de levatarse con el pie izquierdo y que se te caiga el café, se te rompa la taza y no haya agua caliente cuando te duchas, hablo de la necesidad de hablar con personas que no puedes, bien porque estén lejos, bien porque ellas no quieran hablar contigo; hablo de la necesidad de tener a alguien a quien dar un abrazo; hablo de días tristes desde el primer minuto en que eres consciente.

Pero el día sigue, y ves una entrada de alguien referida a tu mayor mal, ves la falta de respuestas a tu correo para decir que tal tú, algo que a pocos debe interesar, te enciendes un cigarro tras otro, se te van las ganas de hacer nada.

Llegará la tarde y las rutinas, harás lo de siempre, te costará menos sacar una sonrisa, pero la sacas, porque al fin y al cabo que culpa tiene el resto de tu día torcido.

Y es entonces, cuando quien sabe por qué, ese día empieza a ser menos triste, las sonrisas te salen, te las devuelven, te gusta, te gustas, y acaba el día con la certeza de que aunque estés lejos, allí donde estés habrá gente para levantarte en tus días tristes, aunque aún no las conozcas, aunque aún no lo puedan hacer.

lunes, 19 de octubre de 2009

Versos de blues

Si estar contigo duele
y tu indiferencia también
por qué no he de matarte
y dejar de sufrir de una vez



No se si es una licencia poética o algo que pienso que nunca llegaré a hacer.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Son ya las cuatro de la mañana y no se si por llevar un horario diferente debido a las fiestas o por la morriña que siento ahora mismo, no puedo dormir, la cama es cómoda pero quizá falte un "algo" o un "alguien".

Después de revisar unas cuantas veces todas las cosas que me he traído de la gente de Zaragoza te das cuenta de que a veces parece que las relaciones cambian, pero en el fondo siempre es lo mismo.

En estos momentos te das cuenta de que a determinadas personas que por distintas razones de la vida has podido dejar algo de lado, siguen ahí, junto a tí, porque la distancia no son los metros que nos separan, la distancia es un muro que poco a poco se va haciendo más alto y que solo se forma cuando poco a poco vas olvidando a las personas.

Voy a echar de menos muchas cosas de allí, mi ración semanal de deporte, de niños, de humor... pero sobre todo voy a echar de menos a la gente. Creo que me he despedido de todos con un abrazo, pues bien, ahora mismo tengo la necesidad de volver durante unas horas, tomarme un café con todos y daros las gracias por el cariño que me habéis dado estos días y que en muchos de los casos no esperaba.

La ida de momento se ha hecho menos dura porque sabes que a la vuelta todo, o casi todo va a seguir igual, porque ni el tiempo ni los kilómetros importan, porque si queremos estaremos juntos otra vez. Eso sí, tenemos que querer, y como siempre pasa la historia se repetirá y volverán los cafés, las risas y las carantoñas, solo es cuestión de tiempo.

Gracias a todos.

sábado, 10 de octubre de 2009

Palabras para nadie

Se que no vendrás, se que en tu vida pinto poco, no digo que sea uno más pero tampoco soy especial como a menudo dices. Se que no me echarás de menos, se que mi ausencia no te resulta extraña, solo hay que remontarse unos meses o años atrás para que te des cuenta de que no hago falta para nada.

Tú felicitación fue un claro síntoma de todo, no fui más que cualquiera, no fuiste más que nadie, tampoco te molestaste en serlo a pesar de todo lo vivido. Es más, dudo que te acordaras si no fuera porque las redes sociales te lo recordaban. La sensación de que lo que te pedía era un trabajo más que un favor no es muy indicativo de mi importancia en tu vida. Las pocas ganas que has demostrado en despedirte de mí, las pocas ganas de que me despida de tí, si ocurre bien, si no, qué mas da.

A veces me defraudas, a veces me dan ganas de no volver, a veces me dan ganas de romper con todo, a veces me avergüenzo de tenerte a mi lado porque haces mi vida más triste de lo que ya lo es, a veces me haces sentir que las horas juntos no son más que una pérdida de tiempo.

Y sin embargo... ahí estoy.

domingo, 4 de octubre de 2009

SAID

Hay días en los que el mundo se despierta al revés, tus amigos de toda la vida parece que son meros conocidos, y los que no creías más que colegas o conocidos se convierten en personas que han estado ahí toda tu vida.

En esos días te sientes la persona más querida del mundo por simples gestos de amabilidad, supongo que por el hecho de que las personas dadoras son las que menos "obligación" tienen de hacerlo, porque en realidad no esperas nada y porque para que negarlo no crees que haya confianza, cariño o llámalo como quieras como para recibir, no te sientes digno (no es la palabra exacta pero es la que me sale).

En esos días un papel escrito se convierte en un tesoro, una consulta te parece una pregunta existencial que va a acabar con todos los problemas, la respuesta a una opinión es una verdad absoluta, un SMS parece una declaración de amor.

A veces la gente maldice esos días, creen perder lo que tenían y creen que esos pequeños gestos son como un error en la relación, que no se volverán a repetir. Cada día de estos descubro que no, que esos "conocidos" siguen ahí como en segunda fila, no por una elección suya sino porque al fin y al cabo los de siempre siguen siendo los de siempre, con la tranquilidad de que si algún día dejaran de serlo, otros te van a coger el teléfono, te escucharán como si les fuera la vida en ello, te dejarán su hombro para sentir el calor, para llorar o para reconfortarte, y que si hace falta te invitarán a decenas de cervezas.

Es en los said cuando me doy cuenta en que un edificio no solo son los cimientos, las vigas también son necesarias, aunque abulten menos, aunque a veces molesten para poner un armario en una esquina, y que sin ellos tu casa no sería tan segura, tan firme, tan tuya.

Gracias por todo, a todos.