miércoles, 9 de enero de 2008

La vida

Tengo 23 años, apenas he empezado a vivir la vida de verdad, la vida de los problemas más serios, de las que te tienes que sacar tu solo las castañas del fuego. Pero me ha servido para darme cuenta de cosas:

Que la vida no es lo que tu quieres que sea, es lo que tiene que ser, y normalmente es por algo, sigo penando que la vida es justa, pese haber sufrido y llorado, llega un momento en el que todo compensa.

Que a veces, lo que queremos que sea nuestra vida no es lo mejor, si fuera así no sería justa, y sigo pensando que la vida es justa.

Que nos cruzamos con mucha gente, buenas, malas encantadoras, malas que resultan ser buenas y buenas que resultan ser malas, y así lo podemos alargar hasta el infinito con infinitos cambios de parecer, pero de todos aprendemos algo, lo que sea.

Que esa gente con la que te cruzas, te puede hacer mucho daño, a veces sin querer (véase la conversación de ayer, por si vuelves a leer esto), pero que ese daño a menudo es reparable, y a menudo, se arregla hablando como humanos, no huyendo como animales. Y que hay gente a la que consideramos indispensable y verdaderamente lo son, y que por mucho que pase no querrás alejarte de ella nunca.

Que las cosas que haces, tarde o temprano tendrán consecuencias, aunque pienses que ya se ha olvidado, siempre habrá algo que te lo recuerde, o aunque pienses que es algo vanal (una presentación cualquiera en la pza del justicia), luego puede tener su motivo, y sin ese motivo no podrían haber surgido otras.

Que la vida no es el periodo de tiempo que pasa desde que naces hasta que mueres, sino lo que disfrutes ese tiempo, y a veces, lo que no disfrutas, porque más tarde eso mismo te puede hacer disfrutar más tarde.

2 comentarios:

Rutxi dijo...

Me encanta. Si es que estás echo todo un filósofo.

petra dijo...

La vida tiene un principio y un final. Lo bueno que tiene eso, es que todo lo que hagas en medio va a ser lo que todo el mundo recuerde.

(=

Ay, tu tampoco tienes malas ideas, Koke!

Un beso!