sábado, 5 de junio de 2010

¿Vida de cine o cine de vida?... O ninguna de las dos

A estas horas, ya amaneciendo y yo aún despierto, pensando, como es costumbre.

Alguien me dijo un día: "si quieres respuestas búscalas en el cine". Reconozco que esta frase no tiene mucho que ver, pero tenía que introducir el tema. Acabo de ver una película, típica comedia romántica, eso sí, los clásicos, Billy Wilder para ser exactos, que tengo que mantener mi imagen de raro.

La historia... la de siempre. Chica quiere chico, pero chico está casado y no hace más que dar ilusiones de que va a dejar a la esposa. Por otro lado chico quiere a chica, pero ella está enamorada de otro que le hace sufrir y a él eso no le gusta.

Final: Chico deja a mujer para estar con chica y chica no quiere. Por otro lado, chico consigue que chica no sufra. En la peli en ningún momento aparece que chico y chica acaben juntos, curioso final.

Acabada la peli no se si soy el chico, la chica, el chico o todo a la vez, seguramente como siempre empecé siendo un personaje, pasé luego a otro y después acabé siendo otro, no sin antes haber cambiado de parecer cuarenta veces.

Acabada la historia (o no, como en la peli), aún no se que papel de la película he jugado exactamente. Como en la peli creo que arrojé la llave equivocada, lo malo es que el que tira la llave y piensa que se equivoca, al contrario de la peli es la misma persona... (Ya se que la frase es difícil de entender, pero escribo para mí, no para que la gente lo entienda)

A menudo la gente se pregunta: "¿Por qué la vida no es como en las películas?", me sorprendo entonces diciendo otra frase que me dijo otra persona hace menos tiempo: "La vida sin obstáculos sería un aburrimiento", el por que la dijo ya no tiene ningún sentido, pero creo que es aplicable eternamente.

Sin embargo, creo tener otra respuesta a esa pregunta y que casualmente me dijo la primera persona: "El mundo entero es un escenario", así que creo que por muchos giros de guión que de la vida siempre acabará bien, al menos eso suele pasar con las pelis malas y no creo que la mía sea para merecer un Oscar.

Mientras tanto la vida, la película y la historia sigue sin terminar... y sin escribir, decidiendo el próximo giro de guión.

viernes, 5 de marzo de 2010

En noches como la de hoy

Eres uno de los mejores amigos que tengo y para ser sinceros nunca hemos hablado (sobre todo tú) de lo que pasa dentro de nosotros. Nunca hemos hablado de los problemas con el mundo, con nosotros mismos... pero nunca hemos hablado de los temas que (aunque no queramos) hacen regir nuestro mundo, el mundo que nos hace escribir canciones, el mundo que nos hace ser más sensibles de lo que podemos parecer en esta sociendad consumista...

Hoy me has decubierto una pequeña pieza del puzzle que escondes y que pocas veces o ninguna muestras. Ya pensaba yo que lo peor de romper una relación son las canciones que ésta te roba para siemrpe. Lo que nunca dije y por lo cual rectifico ahora, es que habrá canciones que meses o años más tarde escuches que igualmente habrán sido robadas, qué putada ¿no?.

Se que nunca compartiremos en una charla cara a cara nuestras opinones, se que discutiremos, se que me cabrearé contigo, pero a pesar de todo eres de lo mejorcico (si, acabo en ico, somos aragoneses y nos sentimos orgullosos de ello). que tengo.

Como ya te dije una vez: "te quiero enano", y si no, no merecería la pena vivir contigo, aunque reconozco que a veces te mataría lenta y dolorosamente.

Algún día el tiempo nos (les) dará la razón.

miércoles, 27 de enero de 2010

Dicen que de los errores se aprende, pues bien, yo hay días en los que parezco no aprender absolutamente nada.

A pesar de tener ya la edad que tengo sigo sin entender a la gente, sigo sin entender sus reacciones, sigo sin entender lo que me quieren decir y sobre todo sigo sin hacer lo que resulta más apropiado en el momento concreto o diciendo algo que no debería.

Después pasa lo de siempre, te entra el sentido de la culpabilidad porque al rato sí te das cuenta, pero entonces es tarde.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Adelanto provisional a nochevieja

Es típico, lo se, y aunque huya de estos tópicos me apetece recordar lo que ha sido este año.

Empezó con un ragalo de un pack (¿o kit?) de lentillas que me sorprendió y con un aislamiento con la guitarra. Este año que viente no se aún como empezará, lo que espero que sea aún mejor que este año que pasa.

A lo largo del año, reconozco haber tenido más ilusiones o buenas noticias que malas (lo malo llegó en el 2008 y se arrastró unos cuanos meses), que sin ningún orden determinado (ni cronológico, ni de importancia) paso a relatar de manera más o menos breve, supongo que me olvidaré de varias cosas y varias personas, pero espero que me disculpen.

Naciste (que no es poco) y encima en un día señalado, por "tu culpa" solo faltamos dos, a los cuales habrá que esperar bastante tiempo me temo, y aunque parezca contradictorio, sigues viva para alegrarnos y seguir cotilleando un año (esperemos que muchos) más.

Por fín llegó el gran día, y lamentablemente acabó con el tiempo otra cosa que no pintaba nada mal pero que la situación hizo imposible (lo siento si molestó).

Nos reconciliamos y hemos redescubierto que podemos ser felices (otra vez), y he conocido a muchísima gente que me ha vuelto creer en el mundo y en las personas, sobre todo a una que me hace ser feliz en mi nueva ciudad (aunque siga siendo zaragozano).

Obviamente sigo medrando en mi campo, y de paso he descubierto muchas más cosas, lo que es vivir solo y formar un grupo desde cero, a entender muchas cosas que se me escapaban con el tiempo.

Me he cerciorado de que aunque a kilónetors de distancia (tanto para un lado como para otro) seguís estando ahí, y me hace sentir orgulloso de haberos conocido.

He aclarado (en parte y de momento) lo que quiero hacer con mi vida, aunque me asuste el "no volver".

Hemos celebrado tres aniversarios que harán de esta Navidad una locura.



Pero desgraciadamente no todo ha sido perfecto:

Os he dejado algo de lado (muy a mi pesar) y lo digo por todos. Aunque reconozco que por fin me he metido en la cabeza que lo primero en esta vida soy yo.

Nuévamente nos hemos enfadado, pero como siempre pasa llegará el día de la reconciliación, más pronto que tarde espero, pero si tengo que esperar hasta un fin de carrera casual lo haré

Me he dado cuenta de que lo que dejo atrás lo añoro (esta vez no me refiero a las peronas), sino a todas las rutinas que tenía en la semana y que sí, en cierta parte (mejor dicho, en toda) compartía con vosotros.

He aprendido de que hay personas con las que desafortunadamente no puedes contar para nada, aunque espero que sean menos de las que creo.

Pero sobre todo me he dado cuenta de una cosa: que aún me falta mucho por aprender, de todo y en beneficio de todos (siendo obviamente egoísta sobre todo yo)



Igual algunas cosas cambian en menos de dos semanas, igual otra hay que dejarlas para el año que viene, sea lo que sea espero que llegue algún día en el que no haya cosas negativas que contar.


Aunque pensándolo mejor, significará que no habré aprendido nada.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Esto es un ejemplo de cobardía, de como desahogarse sin decir las cosas que deberías decir, igual no para solucionar un problema sino al menos para sentirse mejor con uno mismo, dejar de sentirse utilizado, infravalorado, olvidado...

Estoy harto de tener que hacer yo todo y de ser el que se joda quedándose sin hacer según que cosas, harto de que me trates como a un ser inferior o simplemente de que no me trates.

Harto de dar el primer paso para todo, para volver a hablarnos y retomar lo que dejamos hace tiempo, de que todo lo que haga por sistema esté mal, de que nada de lo que hago sea idóneo o perfecto o haya sido "porque me aburro", y sin embargo tú siempre hagas sin errores.

Harto de que mis opiniones te sirvan igual que las del tipo de la tienda de abajo, de que esta casa parezca tu casa y yo un simple inquilino.

Harto de tener que sacar siempre mi mierda, y la tuya se quede dentro, como algo inconfesable, o de que todas mis vivencias hayan sido malinterpretadas (¿a propósito?) para humillarme un poco más.

Igual debería decíroslo a la cara, pero no me atrevo, porque no se si surtirá efecto, porque tengo miedo a que la cosa vaya a peor, porque tenga el convencimiento de que algún día cambiarán las cosas.

Ahora mismo mandaría a todo el mundo a tomar viento, me dan ganas de huir, de marcharme lejos, de empezar proyectos nuevos sin contar con nadie (mentira, contaría con las 4 o 5 personas que siempre tienes), de olvidarme de todo y de todos.

Pero se que no puedo, porque si soy un cobarde para decir las cosas lo soy más para llevar las cosas a cabo. Nací con esa (y otras muchas) desgracia.

martes, 8 de diciembre de 2009

No me gusta que la gente decida por mí cual es la mejor manera de ser feliz, que actúen pensando en mi felicidad, sin preguntarme, habiéndolo decidido todo.

No me gusta que alejarse sea la solución para todo y de casi todos, porque se que no sirve para nada.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Conversaciones y "desconocidos"

Hay personas con las que te cruzas un día por la calle y piensas que ese desconocido entendería perfectamente lo que te ronda la cabeza, que te daría la llave maestra para solucionar todos tus líos, hasta aquellos que creías sepultados.

Pasa a veces que ese desconocido deja de serlo; y empiezas a hablar; y te abres; y terminas soltando toda la mierda que tenías acumulada, no con ánimo de que te solucione tus problemas, sino simplemente contando cosas de tu vida, haciendo que (si cabe) sea algo menos desconocido.

Y pasa a veces que esa nueva papelera te escucha, te entiende y va más allá, te obliga a hablar de todo, hasta de lo que no querías y como no querias, hasta de lo que te daba vergüenza, no con ánimo de aprovecharse de tu indefensión, sino con las ganas de hacer ver la realidad tal y como es, de empatizar contigo hasta el punto de sentir lo mismo.

Es entonces cuando la conversación que siempre acababa con melancolía, tristeza y (a veces) llanto, termina con sonrisas, con ganas de hacer mil cosas, de comerte el mundo, porque tienes a alguien (más) detrás de tí. Entonces te llega un mensaje al móvil y te das cuenta de que a esa persona ya la conocías hace mucho tiempo pero no tenía ni cara ni nombre.

Es entonces cuando todo huele bien aunque los pájaros estén mojados