Dicen que de los errores se aprende, pues bien, yo hay días en los que parezco no aprender absolutamente nada.
A pesar de tener ya la edad que tengo sigo sin entender a la gente, sigo sin entender sus reacciones, sigo sin entender lo que me quieren decir y sobre todo sigo sin hacer lo que resulta más apropiado en el momento concreto o diciendo algo que no debería.
Después pasa lo de siempre, te entra el sentido de la culpabilidad porque al rato sí te das cuenta, pero entonces es tarde.
MAS SUEÑOS EN...
miércoles, 27 de enero de 2010
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